domingo, junio 25, 2006

EDUCACIÓN:
ES NECESARIO UN CAMBIO? PARA QUÉ? PORQUÉ?

El nuevo programa de educación tiene, pues, una gran importancia. Se trata de organizar la escuela para que pueda realizar la tarea que la incumbe.
El elemento esencial es la transferencia a los alumnos de una parte de la responsabilidad de la organización del trabajo escolar. Una de las medidas adoptadas en tal sentido ha sido la supresión de todo material didáctico centralizado. Sigue habiendo libros de texto que se producen en el plano nacional, pero no se obliga a utilizarlos en ningún año de estudios y ningún establecimiento. La mayor parte de los textos y materiales escolares son producidos por los propios alumnos con la ayuda de los profesores. La documentación que proporcionan las organizaciones de carácter no lucrativo se utiliza, discute y critica también en clase.
La decisión de suprimir las notas y los expedientes escolares suscitó violentas críticas. Los más opuestos a ella fueron los industriales y comerciantes. Esta medida arrebataba a la escuela su papel de selección en función de las necesidades de la industria. Por un momento, se pensó que la reforma no podría tener éxito debido a los ataques de una nueva organización que congregaba a profesores, padres y alumnos en torno al lema: “Los expedientes escolares son la garantía de los conocimientos adquiridos y de la libertad de elección”.
Debido a la supresión de la producción de material centralizada de material didáctico, resultan ahora más pesadas las tareas de la escuela, y cada clase participa ya en la organización y elección del contenido de los planes de estudio. En otras palabras, los alumnos, maestros y profesores deben intervenir en las decisiones, escoger los problemas que se van a estudiar y el modo de tratarlos, aceptar o rechazar la participación de personas ajenas a la escuela, etcétera.
Con arreglo a la nueva organización de la escuela, los alumnos han de colaborar activamente con los demás elementos de la plantilla escolar en la gestión de los centros docentes. A falta de esta colaboración, la escuela no podrá funcionar. La gestión no incumbe ya exclusivamente al personal docente. Un elemento importante de la nueva organización es la existencia de equipos y grupos responsables del bar o del comedor escolar, de la limpieza, etc. El personal docente participa de las tareas de grupo en un plano de igualdad. Este sistema ha eliminado buena parte de las antiguas rutinas escolares. Se encomienda la enseñanza un número mayor de personas, procedentes de medios muy diferentes, y que dirigen los diversos equipos. Los alumnos se sienten más responsables de su escuela cuando participan en tareas como mantenimiento, reparación, decoración.
El antiguo sistema escolar estaba demasiado separado de la comunidad. El mundo del trabajo era “terreno vedado” para los niños escolarizados. La formación profesional que se les dispensaba se hacía principalmente en locales escolares y en condiciones muy artificiales. El nuevo sistema de educación asocia la formación y la experiencia laboral. En otras palabras, todos los alumnos de todos los grados alternan la enseñanza teórica con una experiencia de trabajo. Esta última consiste en cursillos de larga duración en la industria, las empresas locales o los servicios sociales. Una nueva ley, que entró en vigor en 1986, obliga a los industriales a crear cierto número de puestos de trabajo para el “empleo de los jóvenes”. Ocurre esto mismo en el sector público. Todas las ramas de la enseñanza, incluso las de carácter general, deben centrarse en el mundo del trabajo. El nuevo sistema de educación no hace diferencia alguna entre las disciplinas teóricas y las prácticas. Todas las opciones deben alternar la enseñanza teórica y la experiencia práctica.
Una gran parte de la formación profesional dispensada por las escuelas se concentra en la realización de proyectos, que consisten en que esos centros se hacen cargo de un cierto número de trabajos de utilidad para el municipio. La organización de los trabajos se encomienda a equipos de alumnos, con la ayuda de diversas asociaciones locales. Tienden a especializarse en obras tales como reparación de edificios escolares y municipales, tareas en bibliotecas y oficinas públicas, cultivo de leguminosas para comedores y hospicios, etc.
Todas las escuelas deben tener su bar escolar, en el cual los alumnos, los maestros y profesores pueden pasar momentos de esparcimiento y socialización, y las organizaciones de servicio voluntario organizar actividades. Estos bares funcionan en forma cooperativa, y la responsabilidad de la venta, la gestión, etc., están totalmente en manos de los alumnos.
En los últimos años, las principales críticas contra el sistema de educación han sido las formuladas por los maestros y profesores y sus sindicatos. Un gran número de profesores han intentado sabotear el nuevo sistema alegando que funcionaba peor que el anterior. Su principal reproche es que la escuela descuida a los niños mejor dotados. La crítica viene también del extremo opuesto al afirmar que es peligroso dispensar una formación profesional centrada únicamente en las necesidades de la industria, lo cual refuerza la adaptación de los alumnos a su función de trabajadores al servicio de los patronos. En compensación la escuela dedica más tiempo a enseñar la gestión y la participación en las organizaciones de servicio voluntario y en los sindicatos. En todos los lugares de trabajo, los sindicatos cooperan ya con la escuela con objeto de dar a los alumnos una preparación básica para la actividad sindical.
(Benny Henriksson: Experiencias Educativas en Suecia)

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