domingo, noviembre 25, 2007

25 de noviembre

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer


El 17 de diciembre de 1999, a través de la resolución 54/134, la Asamblea General de Naciones Unidas ha declarado el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y ha invitado a los gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales a que organicen en ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto al problema de la violencia contra la mujer. Desde 1981, las militantes en favor del derecho de la mujer observan el 25 de noviembre como el día contra la violencia. La fecha fue elegida como conmemoración del brutal asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo (1930-1961).

El 20 de diciembre de 1993, la Asamblea General aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, resolviéndose “…que la violencia contra la mujer constituye un obstáculo para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz… que la violencia contra la mujer constituye una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales... que la violencia contra la mujer constituye una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer… que la violencia contra la mujer es uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación respecto del hombre… que las oportunidades de que dispone la mujer para lograr su igualdad jurídica, social, política y económica en la sociedad se ven limitadas, entre otras cosas, por una violencia continua y endémica…”

La violencia contra la mujer es una violación de varios derechos humanos entre los que se incluyen:

  1. El derecho a la vida;
  2. El derecho a la libertad y seguridad de la persona, física y mental
  3. El derecho a la protección igual bajo la ley
  4. El derecho de no someterse a la tortura y/o castigo cruel, inhumano o degradante y a todas formas de discriminación
  5. El derecho al nivel más alcanzable de bienestar físico
  6. El derecho a la igualdad
  7. El derecho a condiciones de trabajo justas y favorables

Desde la Juventud Radical expresamos que “no es un día para celebrar, sino para reflexionar y tomar conciencia de un problema de dimensión social que nos afecta a todos ya que el derecho a la vida, la integridad, la seguridad y la libertad de todas las personas es un derecho fundamental al que nadie debe renunciar y por el que no debemos dejar de luchar”

(Juventud Radical Salta Capital)

sábado, noviembre 24, 2007


Fabiana Ríos
Las mujeres primero

La primera gobernadora electa de la historia argentina opinó sobre el protagonismo de la mujer en la política, la crisis de legitimidad de las legislaturas y las “mentiras de las encuestas”.

El pasado 28 de octubre, por primera vez en la historia argentina, la gran mayoría del electorado nacional, prefirió que el cargo ejecutivo máximo del país no este en manos de un hombre. De forma inédita, las mujeres fueron protagonistas en casi todos los ámbitos del calendario electoral de 2007, siendo esto fruto de un proceso iniciado hace nada menos que seis décadas desde la institución del voto femenino y el inicio de una real democracia.
Una de las funcionarias que dejará su marca en la historia política argentina es la diputada nacional Fabiana Ríos, cuando el próximo 10 de Diciembre asuma la gobernación de Tierra del Fuego y se convierta en la primer mujer elegida en las urnas que esté al frente de una provincia. Sin embargo, Ríos asegura que, a pesar de todo, muchas argentinas “aún pertenecen a los círculos de marginación”.

De acuerdo a estos resultados electorales sin precedentes, ¿Ve concluida una lucha?
Aún falta mucho. La relevancia de la mujer en estas últimas elecciones forma parte de un proceso muy largo, teniendo en cuenta que hace poco más de medio siglo estábamos asimiladas a los incapaces en el derecho civil y ni siquiera teníamos la posibilidad de elegir quién nos gobernaba. Por supuesto, haber pasado de esa situación a poder votar, luego a los espacios legislativos y al poder judicial, y este año a una gobernación en manos de una mujer y a la presidencia de la Nación en manos de otra, es un paso enorme. No obstante, es todavía una tarea fundamental lograr que esta representación creciente que se va ganando tenga repercusión en otros derechos de otros espacios, tales como el trabajo, la sexualidad, la planificación familiar o el derecho a la educación.
Si su triunfo electoral en la provincia fue mayoritario ¿Por qué en las últimas elecciones legislativas la primera fuerza fue el voto en blanco?
Eso indica, que en la generalidad del país, hay una crisis de legitimidad de los cuerpos parlamentarios. Hay mucha gente que piensa que los legisladores, lejos de resolver cosas, las complican. Además, no creo en el traslado de la legitimidad, porque el elector evalúa distintas cosas frente a cada escrutinio. No es un proceso de ósmosis, es decir, acercándose a alguien con fuerte legitimidad, uno no adquiere. También, para un buen análisis, hay que tener en cuenta la incidencia de los medios audiovisuales, que tienen un impacto importante.
¿Cuál fue el papel de las encuestas?
Ese es un tema preocupante, debido a que se trata de un instrumento de presión. Varios medios me preguntaron si creía en las encuestas; el sólo hecho de formular la pregunta esa manera, implica que las encuestas son una cuestión de fe. Si bien son una herramienta científica para ajustar metodología de campaña, en los últimos tiempos se ha buscado condicionar al elector en un resultado irrefutable e imposible de cambiar. Por eso, la elección a gobernador de Tierra del Fuego se terminó titulando como la gran sorpresa electoral, cuando en realidad era la gran mentira de las encuestas. En algunos sondeos no figurábamos ni siquiera el día de la elección, es decir, macaneaban hasta en el boca de urna. Es impresionante la fuerza de los medios y la repetición de la mentira.
¿Qué se pretendía con mentir en el boca de urna? ¿Influir en los electores más tardíos?
Es difícil decirlo, porque no sé si podían influir. En tierra del Fuego cierran las puertas a las 18 y cinco minutos después termina la elección, porque es muy pequeño el número de electores. Cabría preguntarse entonces si el adjudicarse el triunfo de antemano cambia el resultado de lo que esta dentro de la urna. Porque la verdad, desde donde no se puede volver es del ridículo.
(Danilo Miocevic & Santiago Reboreda)

viernes, noviembre 23, 2007



UCR: Corazón partido

En el marco de la peor crisis partidaria, los dos sectores opuestos del Radicalismo están lejos del diálogo. Las consecuencias del “transfuguismo político”.


“Que se quiebre pero que no se doble”, esta frase resume el legado que intentó dejar un hombre que privilegió sus principios más que su propia vida. A un siglo de distancia de la fuerza de convicción de Leandro Alem, la realidad del radicalismo del siglo XXI no es la de entonces:
Las diferencias internas son cada vez más evidentes y la ausencia de una figura relevante contribuye a desarticular la estructura partidaria.
Muchas veces es más ilustrativo recurrir a un ejemplo concreto y no a una explicación teórica para dejar en claro una situación. Prueba de esto, fueron las últimas elecciones legislativas en la provincia de Santa Fe, en las que el radical Adolfo Stubrin integró una lista de candidatos peronistas encabezada por el entonces candidato a presidente Roberto Lavagna y se enfrentó a las dos listas de la UCR participantes del mismo comicio. Poca relevancia hubiera suscitado esta cuestión de no ser porque Stubrin preside la Convención Nacional de la UCR, el más alto organismo partidario, cuya función es amparar la línea ideológica y la tradición programática.
Por otra parte, cuando en la última reunión de la fracción Kirchnerista del radicalismo, el 7 de noviembre, se abordó el tema de la futura conducción del partido, uno de los nombres propuestos para presidir el Comité Nacional fue el senador electo por la provincia de Río Negro, Pablo Verani. “Para recomponer la UCR hay que llegar a un diálogo sin rencores”, admitió en un principio el posible candidato. Sin embargo, cuando DOMINGO indagó sobre el irónico comunicado de prensa del actual gobernador rionegrino, Miguel Saiz, dirigido hace algunos meses al entonces candidato a vicepresidente, Gerardo Morales, Verani alegó que es “cosa del pasado y ahora hay que mirar al futuro”.
Al mismo tiempo, la decorosa idea impulsada por el sector oficialista del radicalismo, de entablar el diálogo constructivo, parece no incluir a todos los hijos de Alem. “Morales es todo lo contrario a su apellido”, arremetió Verani al criticar la actitud del actual presidente del partido de quitarle su apoyo a Roberto Lavagna y dárselo a Elisa Carrió, todo en un mismo día. “Por lo menos hubiera esperado un mes”, ironizó luego el futuro senador.
Por su parte, para Saiz la concertación parece no ser tan plural, el mandatario anticipó a DOMINGO:
“Muchos van a tener que admitir que se equivocaron y se van a tener que ir, es la única alternativa”.
Finalmente, para analizar la “implosión” de la Unión Cívica Radical, Osvaldo Álvarez Guerrero, quien presidió la Convención Nacional del partido en 1991, sostiene que es preciso tener en cuenta un fenómeno que en los últimos años se ha expandido en gran parte del mundo, el “transfuguismo político”, o Borocotización en términos autóctonos. Según planteó el ex gobernador de Río Negro a DOMINGO, este proceso, que consiste en la mudanza de un funcionario de una línea ideológica a otra, se debe en gran parte a que los partidos ya no presentan las marcadas diferencias programáticas de años atrás.
Profundizando en esta cuestión, Álvarez Guerrero explica que el hecho de que un gobierno capte funcionarios de un partido opositor atrayéndolos con algún tipo de beneficio, es “una especie de soborno”.
En conclusión, los hechos hablan por sí solos. Por un lado, el sector del radicalismo que apoyó la candidatura de Lavagna, sufrió una contundente y anticipada derrota en los comicios presidenciales y legislativos del 28 de octubre, sin llegar siquiera a constituirse como la segunda fuerza. Por el otro lado, lejos de estar en una posición de privilegio, los radicales oficialistas casi no tendrán representación en el futuro gabinete de Cristina Kirchner y se limitan a esperar conseguir alguna Secretaría de Estado.
La realidad del partido muestra un doblez que está lejos de enderezarse y que se encuentra más cerca de llegar al quiebre. Que la UCR encuentre una solución dependerá sin dudas de la capacidad de sus protagonistas de redescubrir los importantes valores democráticos que este partido centenario le aportó a la historia argentina.

(www.diariodomingo.com.ar - Danilo Miocevic -TEA)

jueves, junio 28, 2007



Álvarez Guerrero
RADICALISMO EN CRISIS
El ex mandatario sostiene que la UCR no tiene línea ideológica y que no cumple un papel importante en el desenvolvimiento del sistema político argentino.
Osvaldo Álvarez Guerrero fue el primer gobernador de la provincia de Río Negro luego del retorno de la democracia en 1983. Electo diputado nacional por la Unión Cívica Radical en dos ocasiones y presidente de la Convención Nacional del partido en 1991, Álvarez Guerrero vive en la Ciudad de Buenos Aires y es vicepresidente de la Fundación Arturo Illia por la Democracia y la Paz. Además, dirige la revista El Ciudadano y escribió “Ética Radical” y “El nombre de las cosas”, entre otras publicaciones de análisis político.
-En una convención del partido radical en Junín el año pasado, usted se refirió a la actual tendencia a corporativizarse de los partidos políticos. ¿En qué grado este proceso ha afectado a la UCR?
-La crisis que sufren los partidos políticos, y especialmente el radicalismo, es muy profunda. Crisis en el sentido de decadencia, esto significa la ruptura de los paradigmas centrales que constituyen a un partido de masas, pero también de ideas y principios. La UCR tiene más de cien años, por lo cual resulta extremadamente perjudicial y doloroso para la democracia que viva semejante situación, que no tenga línea ideológica y que no cumpla un papel importante en el desenvolvimiento del sistema político argentino. El radicalismo no influye, sino mínimamente, en las determinaciones de la ciudadanía y no cumple una labor de esclarecimiento de conciencias, de manera que en cuanto a los contenidos es casi inexistente. A esto se le suma una gravísima crisis institucional dentro del partido, porque el comité nacional, su órgano ejecutivo máximo, no tiene autoridad. La UCR está dividida y subdividida según las circunstancias eventuales de cada uno de los lugares de la Nación, tanto en las provincias como en los municipios.
-¿Esta división es producto de peleas internas que persiguen intereses personales?
-Es una razón importante, se podría considerar que hay responsabilidad en la dirigencia, pero no se le puede echar toda la culpa a la incapacidad de unas personas, ni personalizar el problema en los dirigentes. Es evidente que no tienen la jerarquía intelectual ni la enjundia política para superar una crisis que va más allá de los partidos políticos, es una crisis del sistema.
-Teniendo en cuenta la gran cantidad de gobiernos radicales en todo el país, ¿el fortalecimiento del radicalismo en distritos y localidades puede ser la solución a la crisis partidaria?
-Son gobiernos que no tienen nada que ver con el partido. Si bien dicen ser radicales, sólo se dedican a tapar baches o pavimentar calles y la UCR tiene valor en cuanto es un partido que atiende principalmente a la Nación, la problemática nacional es la que le dio origen a su existencia y la que es realmente importante. Para poner luces y tapar baches es irrelevante que un intendente sea radical, peronista o conservador. El radicalismo no es un partido de gestión o dedicado sólo a la administración, al contrario, nació como un acto de protesta y rebelión contra el dogma de la buena administración propio de los regímenes oligárquicos. En conclusión, que se gane en una provincia o se pierda en otra no significa el triunfo del radicalismo, de hecho ni figura como UCR en las boletas.
-En ese sentido, ¿está de acuerdo con que el Comité Nacional tome medidas drásticas en los distritos, como la intervención del Comité de Mendoza?
-No estoy de acuerdo porque estas decisiones no buscan la reparación y reconstrucción de la UCR, sino que son la consecuencia de haber impuesto pactos y fórmulas presidenciales y provinciales que no son producto de la voluntad de los afiliados, sino contubernios, pactos entre dirigentes, que han hecho desaparecer al partido. El comité nacional no tiene otro recurso que la mano dura para imponer la fórmula Lavagna-Morales, que ha sido elegida a dedo por algunos dirigentes de Capital Federal. En los últimos años las conducciones del partido a nivel nacional han sido penosas.

(www.Noticiasnet.com.ar - Especial por Danilo Miocevic)


lunes, abril 30, 2007

GRAMEEN BANK

EL CONTRABANCO

Muhammad Yunus: "La reducción de la pobreza no es cuestión de recursos, sino de voluntad"

Director del Grameen Bank, surgido de un proyecto iniciado en 1976 para dar oportunidades a los más necesitados de Bangladesh con una nueva fórmula de financiación, los microcréditos, Muhammad Yunus, defiende que la reducción de la pobreza –que conoce de cerca- “no es cuestión de recursos, sino de voluntad”. En 1976, a Yunus le tildaron de loco. Treinta años después, sus microcréditos han sido tabla de salvación para familias de todo el mundo. En su paso por el Forum de Barcelona, en el marco del diálogo sobre Pobreza, microcréditos y desarrollo, Yunus ha derrochado optimismo y confianza en la sociedad civil a la vez que ha exigido a los gobiernos seriedad y voluntad en el cumplimiento de los Objetivos del Milenio, suscritos hace cuatro años por 189 países con la intención de reducir la pobreza mundial [personas con ingresos inferiores a un dólar por día] a la mitad para el año 2015.

Usted afirma que la clave del éxito del Grameen es haber creído en las personas y que la lucha contra la pobreza es un pulso entre ‘creyentes’ y ‘no creyentes’. ¿A qué se refiere?

Cuanto más distanciado estás de la realidad de las personas pobres más incrédulo eres sobre su capacidad de salir del pozo; te haces tus propias teorías y elucubraciones sobre el cómo y el porqué de la miseria y te las crees aunque no sean ciertas. Pero cuando convives con ellos, cuando malvives con ellos, duermes bajo el mismo techo y comes del mismo plato, te conviertes en un creyente total, porque ya no ves al pobre, sino a la persona, y conoces sus sueños, los mismos sueños que tenemos todos, y sabes de los esfuerzos que hace cada día para sobrevivir. Y entonces te das de bruces con la injusticia de este sistema. Te preguntas ¿por qué yo cobro más que ellos si ellos trabajan incluso más que yo? ¿Por qué más de la mitad de la población mundial no tiene acceso a los servicios financieros?. El sistema bancario está diseñado para que los pobres no puedan acceder. ¿Acaso tienen miedo de que no devuelvan los créditos? Bueno, siempre digo que si no lo hacen ya tendrán alguna cosa en común con los ricos... Cuando crees en la persona sabes que todo el mundo tiene capacidad y voluntad para mejorar por muy adversas que sean las circunstancias. Sólo falta que alguien crea en ellos.

¿Y a qué no creyente más desearía usted convertir en creyente? ¿A algunos directores de banco o jefes de instituciones internacionales, por ejemplo?

Si me permite, mi principal crítica es contra el sistema educativo, porque ha fracasado en [esta tarea de] convertirnos en creyentes, porque en lugar de acercarnos a la realidad, nos aparta de ella. El propósito último de la educación es abrir las mentes de las personas, ampliar nuestra visión del mundo, aprender a pensar y a comprender para poder prosperar. Por tanto, no podremos cambiar la sociedad ni dar un futuro a los que sufren si antes no reformamos la mentalidad educativa. ¿En qué valores educamos? En los de mejora y promoción individual. ¿Y de qué sirve la educación si no nos inculca el sentido de ayuda mutua, de contribuir juntos al desarrollo de todos?

A pesar de los recelos institucionales, las organizaciones sociales han acatado y expandido el microcrédito por todo el mundo a una velocidad de vértigo... Será que, a pesar del pensamiento único imperante, habrá muchos creyentes, ¿no?

La verdad es que la idea ha atraído a mucha gente, sobre todo a mucha gente joven. En los años sesenta, entre la juventud había un tremendo entusiasmo por encontrar la verdad, socialismo versus capitalismo. Pero aquello pasó, vinieron los tristes setenta, los ochenta... y ¿ahora qué? Los jóvenes se sienten frustrados, la política les ha fallado y creo que, a pesar de lo que parece, no les interesa el dinero por el dinero –quizás porque ya lo tienen-, sino que buscan ideales. Y los microcréditos tienen sentido, es un modelo financiero que entienden y una alternativa seria [al sistema]. Les gusta cómo se acercan a la pobreza, con una perspectiva nueva y respetuosa que nada tiene que ver ni con la caridad ni con la revolución. Y también les atrae el cambio que imprime al concepto de negocio. Tal y como está planteado hoy, el mundo empresarial es una desfiguración de si mismo. Cierto, negocio significa hacer dinero, pero no sólo eso. Hasta ahora ha sido totalmente ignorada, pero la economía social nos enseña que ayudar a los demás también puede ser un buen negocio, y un negocio rentable. Las empresas son armas muy poderosas, y alguien que quiera mejorar la sociedad no tiene porqué renunciar a la perspectiva empresarial para hacerlo. Puedes crear tu propia empresa, ganar dinero y, además, solucionar problemas de tu comunidad. La economía social mantiene el sistema pero a la vez contribuye al desarrollo colectivo. Y esto es un gran reto para la juventud.

David S. Gibbons, director general de los servicios de crédito y ahorro para los paises más pobres de Asia Pacífico (CASHPOR)...

Le conozco, es un gran amigo.

Pues en un congreso celebrado en Barcelona el pasado mes de junio, el señor Gibbons dijo que el sistema de microcréditos no crece por falta de inversores privados. ¿Está de acuerdo con este diagnóstico?

No del todo. Las inversiones vendrán, pero antes tenemos que solucionar el marco legal y los organismos reguladores. Me explico. El sistema de microcréditos lo sostienen las ONGs, son ellas las que los conceden y gestionan. El Grameen Bank es una excepción [el gobierno bengalí aprobó su transformación en banco independiente en 1983]: nosotros sí podemos negociar con inversores privados para conseguir capital, porque podemos tomar depósitos, extender bonos, sacar acciones o pedir préstamos al banco central, pero las ONGs no pueden hacerlo porque no forman parte de la estructura financiera formal. Y su principal problema es, precisamente, encontrar dinero para mantener los microcréditos. Si pudieran recibir depósitos del público podrían liberarse del yugo de los donantes. Por tanto, el verdadero problema es de carácter institucional, crear el marco legal que permita la existencia de bancos de microcrédito habilitados para recibir depósitos, hayan nacido al amparo de una ONG o no.

¿Qué gobierno ha entendido mejor esta necesidad?

El de Bangladesh, por descontado, y también Pakistán, que ya ha aprobado una Ley para la creación de Bancos de Microfinanzas. Y pocos más. Mire, me he reunido con ministros de finanzas de muchos países del mundo y todos son muy conservadores. No están en absoluto familiarizados con los microcréditos, los contemplan con cierta suspicacia en buena medida porque los académicos aún no los han aceptado. El microcrédito fue antes práctica que teoría y quizás por eso los círculos académicos lo mantienen al margen de las doctrinas económicas; sí, aceptan su existencia y los logros del Grameen Bank, pero aún somos una nota a pie de página. ¡Incluso para el Banco Mundial! Fíjese que el programa de microcréditos del Banco Mundial sólo representa un 1% del total del volumen anual de la entidad, cuando para ir bien debería ser, como mínimo, del 3%. No sé por qué dudan... Los críticos nos reprochan que el sistema de microcréditos no es suficiente, por si mismo, para eliminar la pobreza. Cierto. Pero nosotros no hemos dicho nunca que el microcrédito sea una medicina milagrosa, sino una buena y poderosa herramienta a partir de la cual empezar a trabajar. En todo caso, un estudio del Banco Mundial ha demostrado que cada año salen de la pobreza un 5% de las prestatarias del Grameen.

En 1998 casi un 25% de la población de Bangladesh se había beneficiado de un microcrédito y la contribución del Grameen Bank al PIB nacional se cifraba entre un 1,10% y un 1,30%. ¿Cuáles son las cifras actualizadas?

Por lo que se refiere al PIB, no hay cálculos nuevos, pero en relación a la cobertura del Grameen, a día de hoy casi el 90% de las familias más pobres del país se han beneficiado de la concesión de un microcrédito. Es decir, un 90% del 50% más pobre. Concedemos préstamos por valor de 500 millones de dólares al año, pero lo interesante no es que sea una gran cantidad de dinero, sino cómo lo hemos diversificado en inversiones de futuro, en campos como la educación, los planes de pensiones o el impulso a los jóvenes emprendedores, hijos de nuestros prestatarios que ahora entran en el mercado laboral y a los cuales incentivamos para crear empleo.

¿Qué le preocupa pensando en el futuro?

Que con los Objetivos de Desarrollo del Milenio pase lo mismo que con los compromisos para el año 2000... Si se acuerda, a principios de los años noventa nos impusimos conseguir educación universal para todos en el año 2000, sanidad universal para todos. ¡Todo para todos en el 2000!. Pero cuando por fin llegó el año 2000, no se había conseguido nada y lo peor es que nadie preguntó ¡eh! ¿Qué ha pasado con aquellos compromisos?. Y si en 2015 se repite la historia, habremos perdido toda credibilidad ante los pobres del mundo, y la próxima vez que nos marquemos un compromiso nos dirán, con razón, “olvídenlo”. Esto es lo que me preocupa porque, hasta hoy, aún no he visto los preparativos que serían de esperar si de verdad quisiéramos cumplir esos Objetivos. Por favor, de una vez por todas, entendamos que si establecemos una meta es para comprometernos a cumplirla; si no ha de ser así, dejemos a la gente en paz. Este es nuestro reto. Y entendamos también que es sólo una cuestión de voluntad. Para reducir la pobreza no necesitamos movilizar grandes recursos, sino muchas voluntades.